Puede que de puertas para afuera lo parezcan, pero los “marketeros” no son en realidad nada arrogantes. Y no les duelen prendas a la hora de reconocer que, en lo que a la digitalización se refiere, no tienen los “superpoderes” que todo el mundo supone que tienen. Así lo concluye al menos un reciente estudio llevado a cabo en Alemania pora la Asociación Federal de Economía Digital (BVDW), Google, la consultora Boston Consulting Group y la empresa de formación The Knowledge Engineers.
Este informe puso a 1.100 “marketeros” de 57 empresas diferentes en el brete de valorar sus habilidades de marketing digital en una escala de 1 a 100. Demostrando que el marketing es en realidad una profesión absolutamente humilde (y sincera), los “marketeros” se puntuaron a sí mismos con una media de 57 puntos.
De las 57 empresas puestas bajo la lupa en el estudio, sólo una tuvo el arrojo de darse a sí misma más de 75 puntos en ese “hueso duro de roer” llamado marketing digital.
La mayoría de las compañías (14) cifró su nivel de conocimientos en marketing digital en una calificación comprendida entre los 55 y los 60 puntos. Y tres empresas tuvieron la osadía de confesar que su pericia en el universo del marketing digital estaba por debajo de los 40 puntos.
“Los profesionales del marketing están a menudo desbordados por la diversidad y la velocidad que trae consigo la digitalización”, constata Harald R. Fortmann, portavoz de la división de formación de BVDW.
Particularmente problemática es la falta de conocimientos de los “marketeros” en tres áreas: mobile, vídeo y publicidad programática. Y se trata de un dato que invita a la preocupación porque se supone que el marketing del futuro pasa en gran parte por estas tres áreas.
En que los “markeros” no se muevan todavía como un pez en el agua en el océano digital influye, y mucho, la formación (o la ausencia de formación). Sólo uno de cada cinco “marketeros” cree que la inversión en formación en marketing digital es suficiente. Y el 40% coincide en señalar que esa formación dista mucho de ser efectiva.
Puede que los “marketeros” no tengan problemas en cuestionar sus propias capacidades digitales, pero tampoco tienen pelos en la lengua a la hora evaluar las habilidades digitales de las agencias que trabajan para ellos. Únicamente el 21% cree que estas están de verdad a la última en lo que a digitalización se refiere.
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